En el universo de los aperitivos, hay un protagonista silencioso que nunca pasa de moda y que cada día conquista nuevos paladares: el paté. Con una textura untuosa, un sabor concentrado y una versatilidad que lo hace ideal tanto para ocasiones informales como para celebraciones especiales, el paté se ha consolidado como uno de los grandes tesoros de la despensa gourmet.
El paté tiene sus raíces en la cocina europea —especialmente en Francia y España— donde durante siglos ha sido considerado una delicatessen. Originalmente elaborado a partir de hígados de ave o carne de caza, hoy en día el paté ha evolucionado hacia una diversidad exquisita de sabores y combinaciones creativas que lo convierten en el acompañante ideal para una buena rebanada de pan artesanal, unas regañás andaluzas o incluso como base de pequeños canapés.
Del mar al plato: patés marinos con carácter
Las tiendas gourmet han sabido apostar por la innovación sin perder la esencia, y eso se nota en los patés de origen marino:
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Paté de centollo: elegante y refinado, con un sabor intenso que recuerda a mariscos frescos y notas ligeramente dulces. Ideal para acompañar con tostadas finas o crackers de algas con un paté excelente de La Curiosa.
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Paté de atún rojo: una auténtica joya del mar, elaborada con una de las especies más valoradas de la gastronomía. Su textura carnosa y profunda lo convierte en un aperitivo de lujo como el de Felisa Gourmet en su versión normal, o con un toque picante con su versión con jalapeño.
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Paté de bacalao con pasas y cebolla caramelizadas: una combinación que equilibra lo salado del bacalao con el dulzor de las pasas y de la cebolla caramelizada. Una experiencia sorprendente de la mano de La Curiosa.
Sabores de caza: patés con historia y carácter
El mundo de la caza ha sido históricamente fuente de inspiración para los patés más tradicionales y rústicos, y ahora resurgen con fuerza en la cocina moderna:
Paté de perdiz: suave pero con carácter, este paté a menudo se elabora con especias que potencian su sabor silvestre. Marida a la perfección con mermeladas de frutos rojos.
Paté de jabalí: intenso, robusto y lleno de matices. Un clásico que, bien acompañado de un vino tinto potente o un pan de centeno, se convierte en un bocado inolvidable gracias al gran trabajo hecho por Artemonte.
Por qué incluir patés en los aperitivos
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Versatilidad: puedes servirlos solos, con panes, frutas, frutos secos, encurtidos o incluso integrarlos en recetas más complejas.
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Comodidad: son fáciles de conservar y servir, perfectos para tener siempre listos ante visitas inesperadas o cenas improvisadas.
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Variedad: la gama actual de patés gourmet permite ofrecer diferentes sabores en una misma tabla, creando un recorrido sensorial para los invitados.
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Elegancia: una buena selección de patés aporta sofisticación y distinción a cualquier mesa.
¿Con qué acompañarlos?
Los patés se disfrutan mejor acompañados de:
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Panes especiales: focaccias, crackers, pan de nueces o de higos.
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Vinos: blancos secos para los marinos, tintos jóvenes para los de caza, y espumosos para equilibrar sabores intensos.
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Complementos dulces: mermeladas, chutneys, miel o frutas deshidratadas aportan contraste y equilibrio.
Un imprescindible en la despensa gourmet
Hoy más que nunca, el paté ha dejado de ser un simple complemento para convertirse en una estrella del aperitivo. Las tiendas gourmet ofrecen una selección cuidadosamente curada, con patés artesanales que respetan la tradición pero se atreven con ingredientes sorprendentes.
La próxima vez que prepares un aperitivo, haz que el paté sea el protagonista. Tu mesa —y tus invitados— te lo agradecerán.